Ir al contenido

Escamoles a la Mantequilla

Desenterrando tesoros culinarios.

En las profundidades del suelo mexicano, yace un tesoro culinario que ha deleitado paladares desde tiempos prehispánicos: Los escamoles. Estas larvas de hormiga, conocidas como "huevecillos de hormiga" o "hueva de hormiga", albergan un sabor único y una textura delicada que las convierten en un manjar exquisito.


Considerados un alimento de lujo en las culturas precolombinas, los escamoles eran apreciados por su alto contenido proteínico y su sabor complejo, que recuerda a frutos secos y semillas. Hoy en día, este legado culinario sigue vivo en las mesas de México, donde los escamoles se preparan de diversas maneras, siendo la receta a la mantequilla una de las más populares.


Acompáñanos en este viaje culinario para descubrir los secretos de los escamoles a la mantequilla. A través de esta sencilla receta, podrás explorar la riqueza de la gastronomía prehispánica, un legado cultural que sigue vivo en la cocina mexicana.


Escamoles a la mantequilla

Aquí te compartimos la receta clásica para preparar este exquisito manjar prehispánico:


In​gredientes:


  • 300g de escamoles limpios
  • 150g de mantequilla sin sal
  • 1 cucharadita de aceite de maíz
  • 4 hojas de epazote finamente picado
  • 1 chile serrano picado finamente
  • 2 cebollas finamente picadas.


Preparación:


  1. En un sartén a fuego medio pon a derretir la mantequilla junto con el aceite.
  2. Agrega la cebolla y el chile serrano y cocina hasta que la cebolla esté transparente.
  3. Agrega los escamoles y cocina por unos minutos hasta que estén dorados.
  4. Agrega el epazote y cocina por un minuto más.
  5. Sirve caliente.
  6. Acompañe con guacamole y tortillas.


Un festín de sabores y texturas: Celebrando la herencia prehispánica


Al degustar estos escamoles a la mantequilla, no solo estás disfrutando de un platillo delicioso, sino también te conviertes en un partícipe activo de la preservación de la cultura prehispánica. Cada bocado es un homenaje a la sabiduría ancestral de nuestros pueblos originarios, quienes reconocieron en estos pequeños insectos un tesoro culinario y nutricional.


Anímate a preparar esta receta y compartirla con tus seres queridos. Permite que los sabores y aromas te transporten a un tiempo en el que la conexión con la naturaleza era profunda y el respeto por la tierra era una forma de vida. Recuerda que la gastronomía prehispánica no solo alimenta el cuerpo, sino también el alma, conectándonos con nuestras raíces y fortaleciendo nuestra identidad cultural.


¡Buen provecho!

Compartir
La Sal de Gusano: Un Legado Ancestral en la Gastronomía Mexicana